Del
30 de noviembre al 11 de diciembre, los líderes mundiales se reúnen en París
para tratar de alcanzar un acuerdo universal
y vinculante para frenar el cambio climático, mitigar sus consecuencias,
especialmente para los países más pobres, y dar pasos firmes hacia otro modelo
de desarrollo. Sabemos que en ello está en juego la supervivencia de la
humanidad y de toda la vida sobre el planeta.
Con
su reciente encíclica Laudato si´, el
Papa Francisco ha mostrado claramente cómo la defensa y el cuidado de la
Tierra, devastada y amenazada por la acción humana, no es para los cristianos
una cuestión secundaria sino que es una exigencia que brota del núcleo de
nuestra fe.
Queremos
acompañar con nuestra oración la búsqueda de los líderes mundiales en París,
con el deseo de que sean capaces de asumir compromisos valientes, guiados por
la justicia y la solidaridad. Nos unimos en nuestra oración a los creyentes de
otras tradiciones espirituales que también hacen suya la urgencia de cuidar
nuestra “casa común”, así como la llamada a una transformación del corazón y de
los estilos de vida que renueven la relación entre las personas y el planeta.
“ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA”
(Laudato si´. Papa Francisco)
Dios
omnipotente, que estás presente en todo el universo
y
en la más pequeña de tus criaturas,
Tú,
que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama
en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos
de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas
sin
dañar a nadie. Dios de los pobres,
ayúdanos
a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra
que
tanto valen a tus ojos.
Sana
nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo
y
no depredadores, para que sembremos hermosura
y
no contaminación y destrucción.
Toca
los corazones de los que buscan sólo beneficios
a
costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa,
a
contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos
con
todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias
porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos,
por favor, en nuestra lucha
por
la justicia, el amor y la paz.
Dios
de amor, enséñanos a cuidar para este mundo nuestra casa común. Inspira a los
jefes de gobierno mientras se reúnen en París a escuchar y atender el llamado
de la tierra y de los pobres; a que se unan de corazón y de espíritu para
responder con valentía, buscar el bien común y la protección de este hermoso
jardín terrenal que has creado para nosotros, para nuestros hermanos y
hermanas, y las generaciones futuras. Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario